Reflexión

Cada nuevo año nos brinda la oportunidad de comenzar nuevos proyectos, o simplemente terminar aquellos que comenzaron un tiempo atrás.  Cada amanecer es una oportunidad brindada por Dios que no podemos dejar pasar.  Nunca veas una pausa como un camino que no puede proseguir.  Nunca te menosprecie o pienses que no lo puedo lograr.  Realmente nuestro Dios ha impartido conocimiento al hombre para poder alcanzar todo lo que se proponga.  

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Si tienes temor hacia los retos que la vida trae, le dejo saber que grande y poderoso es quien nos formó. Tanto es así que la palabra de Dios lo explica muy bien en Josué 1:9 "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas".  Por lo que no podemos dejar que una situación que nos rodea o que sucedió en nuestras vidas vaya a determinar nuestro futuro.  Debemos de ser capaz de levantarnos y confiar que cada día ofrece un hermoso amanecer, y que somos nosotros responsables de hacer que cada amanecer brille.  No podemos permitir que las tormentas del pasado continúen azotando nuestras vidas y arruinen nuestro caminar.  

​Determine que hoy es un hermoso día para poner planes, la familia, el trabajo, el matrimonio, y la salud en las manos del que nos ha creado. Plenamente debemos confiar que Dios nos dará las fuerzas para proseguir con éxito.  Que nada perturbe nuestra paz y descansemos en el Señor todos los días de nuestras vidas.  Que esté nuevo año sea de bendición, y el comienzo para trabajar en los grandes planes que el Señor a trasado para cada uno de nosotros. Recordemos que existe un lugar donde hay muchos sueños inconclusos.  Sueños que simplemente fueron pensados, o quizás pudieron haber comenzado, pero no tuvieron la oportunidad de ser culminado porque fueron enterrados en el cementerio.  Usted y yo, tenemos la oportunidad de culminar nuestras metas y nuestros sueños porque estamos respirando todavía. Así que levante de ese estado de pausa y comienza a caminar para hacer la voluntad de Cristo. Hay mucho por hacer, y necesita el Señor hombres y mujeres que se esfuercen para hacer su voluntad.  ¡Bendiciones amados hermanos!

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“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13

 Dios les bendiga, y espero que esta pequeña reflexión haya calado profundamente en sus vidas.  

Pastora Elvira Calderón